Una forma de saber dónde viven los consumidores de libros: Google Flu Trends
vía: Papel en Blanco
El martes se anunciaba una nueva y revolucionaria herramienta de la red que Google.org, la unidad filantrópica de la compañía Google, a la que llamado Google Flu Trends (Tendencias de Gripe de Google).
El funcionamiento es sencillo: gracias a las palabras que los usuarios de Google escriben en el cuadro de texto del buscador, la herramienta elabora predicciones de las epidemias de gripe por todo Estados Unidos. Porque, cuando alguien acusa los síntomas de la gripe, es posible y probable, a la luz de las estadísticas, que busque en Internet si está sufriendo gripe o cualquier otra enfermedad.
Al parecer, el invento funciona, pues pueden predecirse las epidemias hasta dos semanas antes de que la epidemia sea detectada por las autoridades de los Centros de Control de Enfermedades de EEUU.
Pero ¿qué tiene que ver todo esto con la literatura?
Google obtiene ingentes cantidades de datos acerca de las búsquedas de sus usuarios que le permiten elaborar toda clase de estadísticas, a fin de rastrear los intereses y preocupaciones colectivas de millones de personas. Algunas empresas, por ejemplo, se están basando en los resultados de Google Flu Trends para escoger la ubicación de sus oficinas: quizá un lugar con poca incidencia de gripe.
También se ha comprobado que antes del estreno de una película de cine, los lugares donde ha habido mayor concentración de búsquedas relacionadas con determinada película, más tarde registran mayores beneficios en taquilla, así que pronto las distribuidoras podrán determinar el número de salas para el estreno de un filme según el interés colectivo y real de un lugar concreto.
Uno podrá elegir a que barrio quiere mudarse, según los gustos de sus usuarios de Google. ¿Os imagináis convivir con vecinos con los que compartir aficiones? ¿Evitar zonas donde hay demasiados interesados en la pederastía? Todo a gusto del consumidor.
Por último llega la aplicación al ámbito de la literatura. Las librerías podrán poner en sus escaparates los libros que más buscan los vecinos del barrio donde esté ubicada; el escritor podrá ir a firmar libros donde más interés suscita; la publicidad podrá ser más localizada; hasta los vendedores de enciclopedias tocarán a nuestra puerta si nuestros vecinos y nosotros mismos hemos buscado demasiada información sobre determinada enciclopedia.
Como dice Eric E. Schmidt, director general de Google, desde un punto de vista tecnológico, apenas es el principio. Menos mal que también avisan de que la privacidad de los usuarios queda garantizada
0 comentarios