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LIBROS & TECNOLOGÍA

Los servicios de autoedición online, ¿son editores o impresores?

Los servicios de autoedición online, ¿son editores o impresores?

Vía: ADN

El problema legal de los libros editados bajo demanda viene de la confusión entre dos términos que son dos oficios y dos responsabilidades diferentes: imprimir y publicar son dos cosas distintas.

Imprimir es "marcar en el papel o en otra materia las letras y otros caracteres gráficos mediante procedimientos adecuados", mientras que publicar es "difundir por medio de la imprenta o de otro procedimiento cualquiera un escrito". Las nuevas empresas que ofrecen su servicio online de impresión de libros bajo demanda encajan más con el proceso evolutivo de las imprentas que con el de las editoriales.

Las editoriales son responsables ante la ley de aquello que publican, pero las imprentas no. Por ello, empresas como Lulu.com (con un servicio para España), BookSurge (propiedad de Amazon), Self Publishing o AuthorHouse rechazan toda responsabilidad editorial sobre los libros que mandan a la imprenta, ya que no los revisan ni los editan, como haría una casa editorial.

Estas empresas no son las nuevas editoriales, sino las nuevas imprentas. Según la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas de 2007 (PDF), en España un editor es la "persona natural o jurídica que, por cuenta propia, elige o concibe obras (...) con la finalidad de su publicación y difusión o comunicación". Estos nuevos servicios de autopublicación no eligen ni conciben obras, no son sujetos creativos. A pesar de ello, Lulu se muestra muy preocupado por la posible violación de la propiedad intelectual y pide a sus usuarios que posean "los derechos de autor y de copyright de cualquier material" que publiquen en su web. "Debido a esto -avisan-, no podemos permitir que los autores publiquen fan fiction o cualquier otra historia basada en el trabajo de otro creador a no ser que tengan específicamente los derechos de ese trabajo. Lulu, en circunstancias apropiadas y bajo su discreción, deshabilitará y/o cerrará las cuentas de los usuarios que puedan estar infringiendo los derechos de propiedad intelectual de otros".

9 comentarios

tito -

por que no hablais de los problemas de lulu y dejais de maquillar esas diferencias que haceis con los clientes vip y los normales.

acastro -

Tanto Lulú, como Bubok hicieron promesas publicitarias en la linea de ofrecerse a editar obras de autores noveles incluso ofreciendo un 80% de los beneficios generados por las obras y llegando a afirmar que solo gararían dinero si los autores ganaban dinero. Lo que ocurre es que Luú ya ha dado marcha atrás y ahora dice que no es una editorial. ha eliminado de su web la información relativa a royalties, porque su negocio ha derivado en autoconsumo de obras. Bubok ha copiado casi todo el modelo a Lulú, y ambas empresas han inducido a confusión o a engaño (según se quiera ver) lo cual es en cualquier caso publicidad engañosa. Lulú ha aumenda espectacularmente los costes de gastos de producción y envió, y es una parte opaca de un negocio del cual se comprometió un porcentaje de beneficios para los autores. Es un nuevo tipo de negocio que ha empezado mal sobre todo para los autores que confiaron en publicar con estos sistemas. Una obra inédita no tiene el mismo valor que una obra ya publicada. Bob Young hizo unas declaraciones en El Pais que han inducido a error a mucha gente que ha confiado en Lulú. Efectivamente no es lo mismo ofrecer un servicio de impresión que un servicio de edición y distribución, pero no son los usuarios de Lulú o de Bubok los que se confunden. Son los propios Lulú y Bubok los que han dicho una serie de cosas que no se cumplen.

chema -

Considero que Bubok sin duda está más cerca de una editorial que de una imprenta. Como se ha comentado anteriormente el "filtro" es tal vez lo que puede faltar pero seguro que hay fórmulas para que la propia plataforma los genere.Cuando esto ocurra y sobre todo cuando la difusión y venta de los títulos en Bubok vayan creciendo, ya no habrá gran diferencia. Tal vez en la forma algo diferente pero en esencia 100% editor.

Anónimo -

Hola Ángel. Probablemente Bubok no es una editorial si atendemos a la definición que aparece en la ley del libro pero obviamente no es una imprenta. Seguro está más cerca de ser un editor.Sobre el tema del control tanto de calidad como legalidad de lo que se publica, también un editor "tradicional" puede tener problemas. El autor debe tener sus derechos pero por supuesto también sus obligaciones. Si dentro de la plataforma se puede introducir un sistema para el control y calificación de los contenidos por parte de los usuarios y este funcionara bien...entonces sería casi una editorial al 99%

Ángel María -

Hola chema, tú como definirías a Bubok?

antonio vargas -

La funcion del editor - más que de intermediario- ha sido de facilitador de conversaciones y en ese sentido impulsa las obras que charlan entre sí y entre los lectores. Esta gestión de comunicación se ejerce en múltiples niveles y ellos van formando colecciones y trayectorias.
La autopublicación propicia que todo aquel con algo por decir lo diga, no califica su relevancia o pertinencia; lo suyo es la producción material: que cada quien diga lo que quiera como pueda.

Chema -

Creo que Realmente hay una ligera línea que separa a las plataformas de "autoedición" con las editoriales pero únicamente si ellas quieren. Realmente, facilitan las herramientas para que cada cual se convierta en su propio editor. Pero creo que la gestión del ISBN aquí puede ser clave.

Carlos -

Hay que diferenciar a Editoriales con Empresas. Creo que las "empresas" que se dedican sólo a imprimir basan su negocio en tener muchos autores que publiquen por su cuenta y riesgo, sin valorar las obras que les llegan. Empresas que hacen su trabajo y que el que acude a ellos ya saben a lo que se exponen.

Txetxu -

Chema: interesante la reflexión en cuanto alas funciones y papeles, pero, al mismo tiempo las funciones de impresión y edición han sido compartidas dentro de estructuras empresariales y plataformas como Bubok o Lulú no hablan de 'ahora puedes impreimir tu libro', sino de 'ahora puedes editar tu libro'.
Un reflejo más del cambio situacional que todavía tendrá que asentar.