Enciclopedias y libros en internet.
Roger Michelena Vía:
"Aunque no es frontal, la guerra entre la celulosa y los bytes no deja de causar bajas en el primer bando. Los libros de papel y tinta no están en peligro de extinción ni mucho menos, pero a menudo llegan a nosotros noticias sobre los nuevos asedios a que los somete la comunicación electrónica. Pocas semanas atrás, la casa editora alemana Brockhaus decidió dejar de publicar en papel su bicentenaria enciclopedia, que hoy contiene unos 300 mil artículos, y ponerla a partir del 15 de abril a disposición del público, sin costo, a través de internet.
Con pérdidas de varios millones de euros en 2007, la editorial no ha tenido más remedio que enfrentar a su principal competidor, la Wikipedia en alemán, en el terreno natural de ésta, pues cada vez menos lectores parecen dispuestos a comprar los 30 volúmenes de la Brockhaus Enzyklopädie, cuya vigésima primera edición, aparecida entre 2005 y 2006, es la última rama de una planta cuya raíz se remonta al Leipzig de las postrimerías del siglo xviii y comienzos del xix (si bien entonces la obra no llevaba el título actual).
odo el esquema comercial habrá de cambiar, pues en vez de los 2_670 euros que un comprador debía desembolsar para adquirir la edición completa el usuario del sitio electrónico no pagará nada; los editores esperan generar sus ingresos con la venta de publicidad en línea, en un complejo acto de acrobacia financiera.El enfrentamiento entre ambas obras de referencia no es sólo materia de economía.
En diciembre del año pasado, el semanario alemán Stern sometió 50 artículos que aparecen tanto en la Wikipedia como en la enciclopedia Brockhaus a la revisión de un panel de expertos en asuntos tan diversos como política y medicina, deportes y arte, historia y entretenimiento, con el propósito de evaluar su exactitud, completud, actualización y facilidad de lectura.
Tras leer los artículos de un horizonte temático anchísimo, en el que lo mismo cupo la penicilina, Moisés o la banda irlandesa u2, la enciclopedia en línea venció en 43 casos, la que entonces existía sólo en papel lo hizo en seis y hubo un empate (desde luego los wikirredactores arrasaron en lo que toca a estar al día, pero no dejó de sorprender que en general vencieran también en lo que toca a lo preciso de la información; en cambio, la escritura a muchas manos parece enredar las explicaciones, pues los jueces consideraron que un lector común se hallaría más cómodo en las páginas reales de la Enzyklopädie que en las virtuales).
Hoy la Wikipedia ha perdido parte de su frescura original. En una reseña publicada a finales del mes pasado en The New York Review of Books, Nicholson Baker el audaz escritor y brioso activista en pro de la preservación de documentos reales en oposición al microfilm o la digitalización describe las peripecias de los anónimos editores de esa obra colectiva de referencia, que han debido establecer procedimientos de control cada vez menos democráticos para evitar por un lado la trivialización de los contenidos, para que no cualquier cosa merezca una entrada, y por otro las batallas campales en ciertas entradas polémicas.
Amiba en continuo movimiento, con nuevos seudópodos a cada minuto, con los que constantemente expande sus límites, la Wikipedia es un símbolo de nuestros días semejante al que fue durante la ilustración europea la edición en cuarto de la Encyclopédie producida en Ginebra, Neuchâtel y Lyon, brillantemente estudiada por Robert Darnton: condensa el deseo de saber lo más posible al menor precio. Y quizá por ello, más que por su calidad, ambas han sido exitosas.Menos seguro es que la internet sea el canal para que los libros electrónicos desplacen a los de papel. Hoy está en proceso un experimento más de comercio de e-books a cargo de un autor de prestigio el antecedente más célebre sigue siendo la fallida aventura de Stephen King con su novela por entregas The Plant.
El inversionista George Soros, cuya fama proviene más de sus andanzas financieras que de sus aspiraciones de filántropo o epígono de Karl Popper, pondrá a la venta sólo por internet su nueva obra The New Paradigm for Financial Markets. The Credit Crisis of 2008 and What it Means, publicada por Public Affairs, en particular para ser leída en el dispositivo Kindle de Amazon.com. Durante poco más de un mes, el libro sólo será un manojo de bytes, pues apenas a mediados de mayo existirán ejemplares impresos; no sólo el tema exige una rápida circulación de este trabajo, sino que responde a la creencia de la editorial de que hacer llegar rápido la información al público es un factor crítico para el futuro de la edición.
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