La Unión de Editores siente 'pena' por el mercado editorial latinoamericano
Vía Terra
El mercado editorial latinoamericano da pena porque no está invirtiendo en las ediciones electrónicas, aunque mejoró mucho, opinó la presidenta de la Unión Internacional de Editores (UIE), la argentina Ana María Cabanellas.
En una entrevista difundida hoy por la edición electrónica del diario bonaerense Clarín, Cabanellas también criticó a los fabricantes de hardware y a gigantes como Google por la demora que sufre la promoción del e-book (libro electrónico).
Aunque mejoró mucho, me da pena el mercado editorial de nuestros países porque no estamos invirtiendo en las ediciones electrónicas, en los e-books. La edición electrónica en Latinoamérica no está llevada adelante por los editores, reflexionó.
Según la primera mujer que llegó a presidir la UIE, muchos son piratas lamentablemente o gente que viene de otros sectores, por lo que hay un espacio y no se trabaja en los e-books por la desconfianza en cuanto a la piratería.
En otro orden, evaluó que un problema que conspira contra el desarrollo del libro electrónico son los fabricantes de hardware que quieren imponer enseguida nuevos modelos de sus equipos que no son compatibles con los software con los que venían trabajando.
Desde la UIE fomentamos la edición electrónica, pero es difícil luchar con gigantes como Google, que tratan de digitalizar todo el libro a tus espaldas en pos del libre acceso a la cultura -porque rige la ley del lugar de la persona que lo está mirando- sin darte ningún tipo de participación, señaló.
Ahora estamos creando una especie de idioma con los diarios, la idea es que todos los servidores puedan saber qué están bajando los usuarios. Va a haber diferentes voces disponibles a un costo mínimo y la posibilidad de imprimir el texto una sola vez, añadió.
En cuanto a la UIE, Cabanellas dijo que ya no es más una asociación de editores, sino una federación en la que están las asociaciones nacionales y los grupos internacionales, como el grupo interamericano, la asociación africana, etc.
Nuestros objetivos siempre fueron la libre circulación de los libros, la protección del derecho de autor y la promoción de la lectura. A ese objetivo se le añadió la libertad de publicación, explicó.
Al ser consultada sobre la relación entre las asociaciones de editores ricas y pobres, comentó que con las europeas hay problemas porque son las más representadas en el comité ejecutivo de la unión y cuesta mucho trabajo hacer lugar para las más pequeñas
Cabanellas también se mostró crítica con la política cultural del Ejecutivo argentino, al advertir que fue ella quien consiguió que su país fuese convocado como invitado de honor a la Feria del Libro de Fráncfort de 2010 aunque el Gobierno no hizo nada.
El Gobierno español, en cambio, organiza citas para los editores y no pagas ni el café. Pero acá se preocuparon en llenar el avión con invitados para la feria de Venezuela y solo fueron tres editores, aseguró quien también presidió la Cámara Argentina del Libro.
0 comentarios