La Lucha de las Editoriales Independientes
Fuente: E-Once Noticias
Globalización, revolución digital, falta de recursos y en consecuencia de lectores, son sólo algunas de las amenazas que constantemente azotan al libro y específicamente a las casas que de manera independiente continúan con el afán de seducir con la palabra a pesar de que mal se pague.
Estas editoriales independientes han tenido siempre una vocación por la literatura nueva, por la literatura con un mayor rigor y mayores exigencias, esto hace que un autor desconocido no venda 1000 a lo mejor solo vende 100, comentó José María Espinasa, presidente de la Alianza de Editores Mexicanos Independientes (AEMI).
Hoy en día a los libros se les invierte en promoción casi como una película y evidentemente nosotros no podemos competir con eso, entonces en efecto hacemos un trabajo un poco arqueológico, de rescate, de volver a proponer cosas, dijo Juan García Oteiza, de editorial Turner.
Es así, sin amedrentarse ni bajar la guardia, como estas guerreras de las letras se han dado a la tarea en las últimas dos décadas de apostar por libros con un fuerte carácter cultural, más diverso, crítico y libre; partiendo la mayoría de las veces de sus propios gustos.
En realidad Sexto Piso surgió con un motivo muy preciso, que era publicar libros que tanto mis socios como yo, siempre queríamos leer, pero estaban en idiomas inaccesibles y también libros que tenían editoriales españolas y que en México nunca iban a estar, porque muchas veces los libros españoles o llegan muy caros o de plano no llegan, expresó Luis Alberto Ayala Blanco, de Editorial Sexto Piso.
Algunas en solitario, otras en conjunto como las inscritas en la Alianza de Editores Mexicanos Independientes van aportando su granito de arena en la colocación de sus títulos en el gusto del lector, puesto que para sorpresa de muchos las librerías no resultan ser del todo sus aliados.
En México hay muchos problemas sobre todo de distribución, los libreros no arriesgan casi nada, la verdad los que arriesgamos somos nosotros no, y eso lo sabemos desde un principio, de hecho el logo dice bastante de la empresa que queremos hacer, que es como arrojarnos a un vacío porque no tienes nada seguro, indicó Felipe Rosete, co-editor sexto piso.
Ante el panorama por demás desalentador, un rayo de luz se vislumbra con la ley de fomento a la lectura y el libro con todo y el anhelado precio único, el cuál se dice, entre muchas otras cosas, recuperaría la confianza del público.
El precio único es una manera de garantizar al lector que es el precio real, está acostumbrado en que lo encuentra en una librería en unos 100 pesos, en otra en 80 y en la de más allá en 120 y, no sabemos cuál es su precio real, agregó Espinasa.
Seguros de su trabajo y sobre todo de que en México sí se lee, estas editoriales siguen sacando ases de la manga, pues saben que su gran ventaja sobre las grandes empastadoras de libros es que el límite no es precisamente el cielo.
Es absolutamente coherente, cuida sus libros, cuida sus autores, aseveró Daniel Goldín, escritor.
Para que un libro se venda tiene que conjuntar varias cosas, desde un buen diseño, un buen nombre o un título o un buen texto, pero eso ha sido un poco complicado pues yo creo que poco a poco, ya cuando logran ver la colección completa checan los libros se pueden dar idea de ese par de libros tienen calidad, añadió Guillermo Quijas, editorial Almadía.
Algunos más visionarios decidieron ponerse el salvavidas para una vez cruzado el charco causar eco en su propia tierra.
La idea es esa que la entrada a España curiosamente también espero impacte en México y de manera retroactiva en América Latina, concluyó Ayala Blanco.
Prestos a cristalizar sus planes los editores independientes siguen en pie de lucha y esperan, en un futuro no muy lejano, lograr que éste se convierta en un verdadero país de lectores con acuerdos comerciales más equilibrados, procesos de coedición y traducción con el resto de editoriales en el mundo.
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