Libro mexicano, a España y AL
vía: El Universal
Aún cuando ya trabajaban desde hace cinco años en la distribución del libro mexicano en el extranjero, con la firma del convenio marco con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), el Fondo de Cultura Económica (FCE) exportará más de 60 sellos de la pequeña y mediana industria editorial nacional, que llegarán a España y naciones de América Latina.
Apoyados en la infraestructura de la editorial del Estado mexicano, los editores contarán con una plataforma de lanzamiento en las filiales del Fondo en nueve países, y las 10 librerías que tiene instaladas en la República Mexicana, además de las ocho distribuidoras que llegan a los principales puntos de venta de Hispanoamérica.
El convenio firmado ayer por la directora del FCE, Consuelo Sáizar y el presidente de la Caniem, Juan Luis Arzoz Arbide, busca dignificar y promover el libro mexicano fuera del país, sobre todo cuando en las balanzas de importación y exportación, con España, por ejemplo, son tan dispares. México importa a España 110 millones de dólares frente a los 4 millones de dólares que exporta (cifras de 2005).
En la actualidad el FCE distribuye cerca de 30 sellos editoriales, pero con este convenio se sumarán 30 editoriales más. Sáizar dijo que con esta alianza colombianos, argentinos, chilenos, guatemaltecos, venezolanos, podrán encontrar en las librerías locales a los escritores mexicanos, pues la idea es que los libros producidos en México se puedan leer en España, los de Colombia en Argentina y los de Chile en Guatemala. Aunque se trata de un convenio pensado en primera instancia para pequeñas y medianas librerías, los grandes editores se han interesado en aprovechar también la infraestructura del fondo, que se desarrolla en varias líneas: postular al libro mexicano en licitaciones en otros países, tener mayor presencia en ferias, apoyar la distribución de un mayor número de ejemplares, consolidar tirajes y hasta coeditar, en algunas ocasiones.
Consuelo Sáizar confía que este convenio permita que el mercado de más 400 millones de lectores hispanohablantes se convierta en una realidad. Por su parte, Juan Luis Arzoz, presidente de la Caniem, aseguró que la meta es abrir espacios de promoción en el extranjero para los editores mexicanos. Este convenio representa una oportunidad para aquellas editoriales que no tienen los medios de llevar libros a otros países, para que la representación de la literatura de la industria editorial mexicana sea digna.
Al convenio de distribución podrán acceder todos los editores, sean independientes o no, el único requisito es que cuenten con un catálogo, si es que tienen más de un libro, en el que se especifiquen los precios de los mismos (incluso en dólares) y datos de existencia; de no tenerlo, el FCE les brindará asesorías. Los resultados del convenio, que podrían verse en un par de años, es un avance en la difusión y promoción del libro. Según las primeras estimaciones de Pedro Huerta, coordinador de ferias y exposiciones de la Caniem, podrían exportarse entre 25 y 30 novedades anuales por cada una de las editoriales, que podrían incrementarse en 2008.
Sin embargo, saben que todavía hace falta avanzar en la difusión del libro mexicano; incluso, dijo Consuelo Sáizar, hace falta trabajar en un gran suplemento literario digital del español. El convenio se inscribe en una tradición del Fondo de Cultura Económica, que desde su fundación tenía la idea de intercambiar libros e ideas entre los países latinoamericanos y España; también de editar y distribuir libros para el mayor número posible de lectores.
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