Rosa Regàs dimite como directora de la Biblioteca Nacional
Vía Terra
La directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, presentó hoy a las nueve de esta mañana su dimisión motivada tras darse cuenta de que no tiene la confianza del actual ministro de Cultura, César Antonio Molina. Regàs explicó que desde que nombraron a Molina sólo ha tenido una única entrevista con él, a última hora del pasado viernes y que fue en ese encuentro donde observó que no tenía su respaldo.
'No tengo interés en seguir en este puesto si no cuento la confianza del ministro. Y nunca dije que me iría, como se ha publicado. Es más César Antonio Molina es buen amigo mío y, por lo tanto, nunca dije algo así, pero estoy acostumbrada a que manipulen mis palabras. En cualquier caso me siento feliz y contenta', manifestó.
Asimismo, Regàs afirmó que el robo de dos mapamundis de la Sala Cervantes, hecho público también a última hora de la tarde del pasado viernes, 'no ha tenido nada que ver' con su decisión de dimitir.
Rosa Regás
Etapa 'dura y difícil'
Sobre su paso por la Biblioteca Nacional, cuya dirección ocupa desde mayo de 2004, Rosa Regàs confesó que ha sido una etapa 'dura y difícil pero también muy positiva'. 'Mi mérito más grande ha sido formar un equipo excelente y hemos puesto en marcha una serie de medidas que nos han hecho adelantar al menos un siglo. Me siento muy orgullosa de este equipo y de la labor que he hecho. Sólo lamento no haber podido acabarla', indicó.
Para Regàs lo peor ha sido 'la maledicencia de la prensa', aunque declaró estar 'acostumbrada': 'Antes que yo les ha pasado a muchas otras mujeres. No era agradable pero he vivido con esto', dijo. A partir de ahora, Regàs aseguró que seguirá su vida dedicándose 'a escribir y a viajar'.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Cultura, informaron a Europa Press que el próximo viernes César Antonio Molina llevará este asunto al Consejo de Ministros.
1 comentario
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¡Qué cara más dura!
Regás dice que sabe quién robó los mapas de la Biblioteca Nacional.
¿Por qué no lo denuncia? Porque si no lo hace está encubriendo a un ladrón.
¿O es ella misma? ¿Hay una epidemia de topillos bibliotecarios encubierta?
¡Esto sólo pasa en la España de Rodríguez!