Libro en Argentina: aumentan las exportaciones
Según datos oficiales, las exportaciones ya superan los cuarenta millones de dólares. Son editoriales chicas que llegan a destinos insospechados como Corea y Bahrein. No hablemos de México, Brasil o España. En 2006 y en lo que se perfila para 2007 editoriales chicas argentinas mueven sus productos a destinos tan lejanos como Sudáfrica, Corea o Bahrein, un millonario principado árabe. José Néstor Pérez, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara del Libro, traza un panoramaalentador: "A partir de 2001 se abrieron nuevas posibilidades por la devaluación, se dio un cierto apoyo al sector exportador de parte del Estado, y creció la presencia de editores argentinos más competitivos." Si bien todavía no hay cifras oficiales, Pérez calcula que en 2006 las exportaciones de libros crecieron un 10 por ciento. Según el INDEC, en 2005 las ventas al exterior ya habían alcanzado casi 40 millones de dólares, un incremento del 22% respecto de 2004.
Carla Baredes e Ileana Lotersztain, física y bióloga respectivamente, están al frente de la editorial Iamiqué, cuyos textos ya fueron traducidos nada menos que al coreano. La meta de Baredes y Lotersztain era "hacer los libros de información más lindos, más divertidos y más creativos del mundo" para niños. Hacia 2004 y casi de la nada apareció la editorial coreana. "Ellos mismos nos contactaron. Esto es muy raro. Es una editorial infantil especializada en arte para chicos que quería sacar libros de ciencia en coreano. Nosotros justo habíamos sacado una colección ilustrada por artistas plásticos. Y los tipos la compraron."
Baredes y Lotersztain son los autores de los textos que salen a vender al mundo, algo poco usual. Tras ganar un concurso para entrar al plan de lectura oficial de México, consiguieron meter sus títulos en los planes de Chile y Cuba, además de Argentina. Calculan que el 30% de su facturación está en el mercado exterior.
Este salto global hizo que incorporasen al staff a una correctora mexicana que marca aquello que no podría ser entendido o que tiene un sentido diferente. Un ejemplo contundente es la palabra "bicho" muy usada en los textos de la editorial, que en Puerto Rico, por ejemplo, significa pene. El mayor éxito de Iamiqué es Preguntas que ponen los pelos de punta I, que lleva ocho ediciones. También se posicionaron con la licencia de Asquerosología (Grossology en el original inglés), que explotaron para el mercado en español.
Otras que explotaron una licencia son las socias de V&R (Vergara y Riba). Editan en el país, España y Brasil los libros de Valentina, un personaje clave de los preadolescentes. Vergara & Riba que explota el nicho del libro-regalo es la única editorial argentina con stand propio en la Feria de Frankfurt. Sus ventas son 40% en Argentina, 34% en México (donde tienen oficinas, como en Brasil) y 26% en el resto de Latinoamérica y España. Ahora van por el mercado inglés: ya tienen libros editados en Australia, Suadáfrica, Tailandia y acaban de cerrar un contrato con el principado de Bahrein, en la Península Arábiga. No es todo: vía Frankfurt consiguieron editar en ruso, estonio y finlandés.
Otros libros argentinos que funcionan bien en el exterior son los de Marea. La editorial tiene un perfil periodístico de temática argentina, lo que en un comienzo hizo casi imposible hablar de exportación. Las cosas comenzaron a cambiar con textos como La Patagonia vendida, de Gonzalo Sánchez, y De Ernesto al Che, que la editora Constanza Brunet escribió en base a relatos de Carlos "Calica" Ferrer, compañero del segundo viaje del Che por América latina.
Mario Pellegrini es un médico exiliado en Barcelona en la época de la dictadura y desde siempre estuvo dedicado al ámbito editorial. Su sello, Argonauta, se especializa en poesía y ensayo. La Antología de Oliverio Girondo y la Antología de la poesía surrealista de Aldo Pellegrini son dos de los textos estrella de Argonauta en el exterior. "Actualmente, el 55 por ciento de los ingresos de la editorial proviene de la exportación de libros. El 20 por ciento viene de México, con una gran población estudiantil. Después España, Perú y Colombia", señala.
Entre los editores también se escuchan nubarrones. Leopoldo y Octavio Kulesz, propietarios de Ediciones Del Zorzal y expertos en exportación con 115 títulos (la estrella es Dolor País, de Silvia Bleichmar) dando vueltas por el mundo advierten: "La edad de oro de la exportación del libro fue el 2002 y 2003. Si llega a variar un poco el tipo de cambio nos van a barrer de nuevo como en los noventa." Y agregan: "El tipo de cambio nos sigue sirviendo para exportar, pero no para hacer diferencias con eso. Podemos hacer diferencias con libros de calidad, con coherencia. Ahora está el freno de los bancos. Ya elegimos no mandar libros a ciertos lugares porque el banco se queda con todo el beneficio."
En la Cámara del Libro, en tanto, asumen que por el aumento permanente del papel y la modernización de las empresas la rentabilidad del sector ha disminuido. Pero el libro argentino, sí, está en el mundo. Por Juan Carlos Antón - Diario Clarín
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