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LIBROS & TECNOLOGÍA

Libro en Ecuador 2006

Libro en Ecuador 2006

De tan repetida, aquella fórmula de que en ‘Ecuador no se lee’ parece una especie de verdad. Pero, para ser un país que no lee, Ecuador publica bastante. Y bastante literatura, además. Los resúmenes de la Cámara
Ecuatoriana del Libro muestran una producción de 3 123 títulos editados en el 2006: 412 corresponden a literatura y estudios literarios ecuatorianos.

Si se compara esa cifra con las del 2005, se puede encontrar un ligero incremento: en ese año se lanzaron 2 736 títulos de los que 383 correspondieron a literatura nacional. El total de 2006, según Patricio Mena, funcionario de la Cámara del Libro, aún es provisional, pero las cifras ya no pueden cambiar sustancialmente.

De cualquier forma, los sellos editoriales más grandes de ficción literaria nacional, si bien admiten que la literatura nunca ha sido un buen negocio, concuerdan en que el 2006 ha sido un buen año. Y ‘bueno’ significa, en promedio, una decena de títulos nuevos que se han lanzado con un tiraje de al menos 1 000 ejemplares.

Una de las editoriales más serias del medio, Paradiso editores, ha sido de las que menos libros ha sacado este año: cinco novedades y tres reimpresiones, pero para Xavier Michelena, director del sello, el saldo sigue siendo positivo.

“Nuestros títulos son pocos, pero se mueven bien el mercado. Por ejemplo, una de las reimpresiones de este año,
‘Sé que vienen a matarme’, de Alicia Yánez Cossío, lleva cerca de 10 000 ejemplares vendidos desde su primera edición en 2001. No tengo urgencia por publicar, lo que intento es dar un libro de calidad”. Quizá por eso hayan publicado principalmente a autores con nombre hecho como Leonardo Valencia, Santiago Páez, Wilfrido Corral,
Santiago Roldós, Esteban Michelena y Vladimiro Rivas. El caso de un poeta novel fue el de David Barreto.

Del otro lado se ubica la editorial El Conejo, que colocó 21 títulos nuevos en las perchas: seis novelas, ocho libros de cuento, cuatro de poesía y tres ensayos. De cada edición se tiraron al menos 1000 ejemplares. Abdón Ubidia, editor de ese sello, cree que “hay muchísimo talento escondido que merece publicarse, nuestra labor es presentarlo al público y, en general, podemos decir que en más de 20 años de trabajo tenemos un público creado”. Con ese norte, casi la mitad de esos títulos fueron óperas primas o libros de autores poco conocidos.

Otra de las editoriales clásicas de obras ecuatorianas, Eskeletra, editó ocho novedades este año: dos novelas, tres libros de cuento, uno de poesía y dos recopilaciones de leyendas y tradiciones. Esta producción se encuentra en el promedio anual de publicación de este sello, según Ramiro Arias, para quien “la creación literaria es un negocio todavía pequeño en nuestro medio, pero que existe y merece atención”.

La editorial Pedro Jorge Vera de la CCE, por su parte, ha tenido una jugosa producción con sus 18 títulos de literatura ecuatoriana, la mayor parte se ubicaron en las colecciones estrella de institución: Poesía Junta, Memoria de Vida y Antología Personal.

Algunos títulos fueron impresos el año pasado y aún no se han presentado ni comercializado, pero son parte de la agenda del 2006. Es el caso de, en Poesía Junta, las antologías de Carlos Eduardo Jaramillo, Violeta Luna y Julio Pazos; y, en Memoria de Vida, la de David Ledesma Vásquez, Miguel Aguirre y César Dávila Andrade.

Y para este año se preparan las ya anunciadas colecciones de Clásicos Ecuatorianos, cuya dirección editorial ha sido propuesta a Miguel Donoso P.; la colección de Ensayos sobre Cultura e Identidad, propuesta a Alejandro Moreano; la de Ensayo y Cuento, propuesta a Javier Vásconez, y otra dedicada al pensamiento y la filosofía a propósito del bicentenario de la independencia americana.

En Guayaquil el movimiento editorial mantiene el promedio que impulsa desde hace pocos años. Báez editores, uno de los sellos sostenidos de literatura ecuatoriana, publicó cinco títulos. Mientras que, desde el sector oficial, la colección Obras Selectas de la Municipalidad de Guayaquil ha llegado ya a siete entregas de sus conocidas antologías, editadas por el escritor quiteño Javier Vásconez. Este año, se publicaron las obras de Joaquín Gallegos Lara y Alfredo Pareja Diezcanseco.

1 comentario

Jorge Queirolo Bravo -

Estoy de acuerdo con eso de que en Ecuador se publica bastante. En efecto es así, pero lo malo es que la literatura ecuatoriana es prácticamente desconocida fuera del Ecuador. Vivo aquí en Chile, donde es virtualmente imposible conseguir en el mercado algún libro escrito por un autor ecuatoriano. Creo que se debería poner más énfasis, no solamente en producir literatura, sino en difundirla convenientemente y dar a conocer lo que Ecuador produce en este campo.

Jorge Queirolo Bravo