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LIBROS & TECNOLOGÍA

Conclusiones VI Congreso Iberoamericano de Editores

Conclusiones VI Congreso Iberoamericano de Editores


El VI Congreso Iberoamericano de Editores, reunido desde el sábado en Madrid, reclamó hoy, en sus conclusiones, un mayor compromiso de los gobiernos y demás agentes sociales con el libro, 'soporte esencial para garantizar la diversidad cultural' e 'instrumento sin el cual no es posible una educación de calidad'
En un documento leído por José Angel Quintanilla, vicepresidente del Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), en la tercera y última jornada del congreso, que ha reunido a más de 200 representantes políticos y de la industria del libro de veintidós países, los editores se refirieron al ejercicio de la lectura como 'un derecho ciudadano' que genera en las instituciones públicas 'la obligación de garantizarlo'.

'Los estados deben garantizar las condiciones necesarias de acceso al libro gratuito a los ciudadanos a través de las bibliotecas públicas', las cuales constituyen un servicio público que debe ser fortalecido por el Estado como 'instrumento de democracia y de política social' que es, señalaron los editores, que hoy mismo se dieron cita para un nuevo congreso en Brasil, en agosto de 2008.

El texto final del congreso se ocupa también de los efectos que las nuevas tecnologías de reprografía pueden tener sobre el derecho de autor y exige 'una acción inmediata' de editores y autores para fortalecer o crear 'sociedades de gestión colectiva de derechos'.

Dirigiéndose a los gobiernos, los editores manifiestan que 'son necesarias políticas, acciones e inversiones públicas que creen las condiciones para el desarrollo de este bien cultural'.

En un listado de doce propuestas, los editores piden también 'recursos' para dotar las bibliotecas públicas y asegurar su funcionamiento; instan a sus gobiernos y a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno a abordar los problemas del libro y la lectura asociados a la educación, y reclaman la inmediata supresión de todas las barreras legales y de hecho (arancelarias o no) que dificulten la consolidación del Espacio Iberoamericano del Libro.

En favor de la industria editorial, el Congreso pide, antes que nada, el establecimiento del 'precio único' de los libros, que consideran indispensable para sanear el mercado, democratizar la cultura, impulsar la creación de librerías y bajar los precios; piden políticas para ampliar los mercados del libro, y consideran el perfeccionamiento del ISBN pieza básica para la correcta circulación de los productos editoriales.

Antes de la lectura de estas conclusiones, en el anfiteatro de la Casa de América intervino el secretario general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Enrique Iglesias, que dio datos económicos del sector editorial en la región y aludió a los retos que tiene planteados de cara al futuro.

Iglesias, ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aludió al brusco cambio experimentado por este mercado en los noventa, después de una década, la de los ochenta, perdida.

Así, citó los 4.915 títulos producidos por Argentina en 1990, que en 1999 fueron 15.000, y los 22.479 títulos de Brasil, que pasaron a 43.697 casi diez años después.

Las importaciones en la región se multiplicaron en ese periodo casi por cuatro, hasta llegar a 904 millones de dólares en 1999, y las exportaciones, que en 1990 sólo equivalían a 262 millones de dólares, pasaron a ser de 312 millones.

Actualmente, recordó Iglesias, América Latina exporta sobre todo a los países de la región e importa de fuera de ellos -en más de las dos terceras partes, de España y Estados Unidos-, lo que en 2004 se tradujo en un déficit comercial de 478 millones de dólares.

De cara al futuro, Iglesias habló de la innegable potencialidad del mercado iberoamericano, 'hoy en la mira de las grandes empresas transnacionales, entre ellas las estadounidenses y las españolas', y que 'a todos nos compete desarrollar'.

Por su parte, el secretario general de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Alfredo Bonet, dijo que en España el sector editorial, 'un sector potente con un futuro prometedor', lo componen 1.265 empresas que generan 14.000 empleos y que el pasado año exportaron por valor de 453 millones de euros a la Unión Europea (60%), Iberoamérica (33%) y Estados Unidos (4%).

Bonet habló de suprimir los derechos arancelarios allí donde aún existan, de aprovechar el Programa de Promoción del Libro en Español puesto en marcha por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Estados Unidos, y de encarar la cada vez mayor presencia del inglés en internet, como líneas de actuación beneficiosas para el conjunto del sector editorial iberoamericano en el ámbito comercial.

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