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LIBROS & TECNOLOGÍA

Una editorial a golpe de ratón

La senda de Lulu. una editorial malagueña ofrece un servicio de edición personalizado a través de Internet mediante el que cualquier cibernauta puede editar su propio libro e imprimirlo a bajo coste.

IMAGINE que ha escrito una novela, o un libro de relatos. Y que su mayor sueño es verlo editado. Normalmente eso requeriría un rosario de visitas por varias editoriales en busca de alguien dispuesto a apostar por su obra. O afrontar unos gastos de edición e impresión que, en el mejor de los casos, podrían acercarse a los 3.000 euros. Ahora, cualquier cibernauta tiene la oportunidad de editar su propia obra a través de Internet e imprimirla a un coste reducido y sin obligación de crear un número mínimo de ejemplares. El servicio lo ofrece la empresa malagueña Delibro -www.delibro.com-, que está dando sus primeros pasos y espera estar a pleno rendimiento en unos meses.

«El sistema es muy fácil de usar», asegura Gustavo Giménez, propietario de la empresa y creador de la idea junto a la ingeniera informática Rosa Gómez y al documentalista y diseñador de páginas web Sergio Ruiz. Giménez tiene, además, experiencia en este mundo. Es el propietario de la imprenta Montes, desde donde se realiza la impresión posterior de las obras.

Para editar un libro es necesario inscribirse en la página web y descargarse un archivo con todos los elementos necesarios para la edición. Todo el sistema se basa en el lenguaje informático Tex, de donde surge el programa Arte, una creación propia con la que la edición del libro puede realizarse a través de un procesador de textos normal -funciona con Word, por ejemplo-, al que se debe adjuntar la plantilla que se ha descargado de Internet.

Actualmente, la web ofrece cuatro estilos distintos para la edición del libro, pero la empresa tiene previsto añadir más en los próximos meses. «Además, queremos dejar el programa como software libre», explica Giménez, con lo que cualquiera que tenga conocimientos de programación informática podrá añadir sus propias modificaciones a Arte o crear sus propios estilos de edición, que en principio pueden ser infinitos.

Cultura informática

Para Giménez, el principal problema del proyecto puede ser la falta de cultura informática. «Faltan conocimientos y costumbre de utilizar los programas», estima Giménez, que además de haber incluido un tutorial paso a paso en la web, pondrá próximamente un técnico a disposición de los usuarios para resolver las posibles dudas.

La gran ventaja del sistema es el coste, según explica Giménez, ya que la mayor parte del gasto en una edición normal corresponde al proceso de diseño y maquetación del libro, que en este caso es realizado por el propio interesado. Además, no es necesario imprimir un número elevado de ejemplares para que el proceso sea rentable. De hecho, es posible sacar un solo libro. Por ejemplo, imprimir un ejemplar de 200 páginas costaría unos 20 euros, cifra que iría disminuyendo según el número de ejemplares que se deseen. Así, para 80 unidades, el precio por ejemplar rondaría los 10 euros. El coste incluye también la distribución.

Ahorro de papel

«De este modo, además, se ahorra papel, ya que sólo se imprimen los libros que vayan a ser necesarios», observa Giménez, ya que realizar una reimpresión es un proceso sencillo. Asimismo, destaca la utilidad del sistema para editar manuales técnicos para cursillos o para uso interno de una empresa. En general, para cualquier obra dirigida a un público reducido.

El sistema puede servir también para rescatar obras de autores poco conocidos. «Estamos preparando un proyecto para recuperar obras pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza», avanza Giménez, que negocia con la Universidad de Málaga crear la asociación cultural Alberto Jiménez Fraud para volver a editar trabajos de este autor malagueño junto a los de Manuel Bartolomé Cossío.

Por si fuera poco, Delibro ofrece también la posibilidad de vender el libro impreso al precio que el usuario crea conveniente utilizando como plataforma la propia web. «Nosotros ahí no obtenemos nada», reconoce Giménez, que ofrece este servicio como un complemento gratuito a todos los demás. El número de ejemplares vendidos se podrá seguir 'on line'.

Otro de los proyectos que prepara Gustavo Giménez para el futuro pasa por realizar un taller de encuadernación tradicional en piel que serviría para cubrir la última fase del proceso de elaboración del libro y que sería impartido en colaboración con el encuadernador malagueño Rafael Cómitre. El proyecto Delibro ha recibido, además, el apoyo económico de la Junta de Andalucía, que le ha concedido una subvención por innovación en procedimientos.

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